Los terremotos se han ido produciendo desde que acabó el volcán, ahora aumentan, tanto en cantidad cómo en magnitud, debido al mal tiempo atmosférico de los últimos días.
El choque del agua contra los acantilados origina una liberación de energía que se traduce en los terremotos que estamos observando.
Podemos hacer extensivo el aumento de la actividad sísmica al resto de España, las intensas lluvias de los últimos días propician el aumento de la actividad sísmica. La llegada abundante de agua a las cavidades subterráneas origina la liberación de energía y el consecuente aumento de la actividad sísmica.